Muchas veces nos gastamos muchísimo dinero en productos cosméticos para cuidar nuestro aspecto sin pensar en que el cuidado en nuestra alimentación es un complemento a nuestra belleza. ¿Sabías que el secreto de una piel radiante no se esconde en la más cara de las cremas sino en una simple pieza de fruta?
Los humanos somos lo que comemos y nuestros hábitos alimenticios se reflejan en nuestro exterior y no sólo en los kilos de más (o de menos).
Los alimentos también hacen que tengamos una piel sana y radiante, un pelo brillante y fuerte o las arrugas aparezcan más tarde en nuestra piel. Algunos problemas estéticos se resolverían simplemente con un cambio en la alimentación.
Cuidar la alimentación es un factor principal que hay que tener en cuenta, no sólo para conseguir un cuerpo de 10 sino también para tener una piel perfecta.
La piel se renueva las células epidérmicas cada 28 días. Esta renovación requiere un aporte continuado de nutrientes. Por este motivo, nuestra dieta ha de contener un cantidad correcta de vitaminas que contribuya a la salud de nuestra piel.
Carnes, pescados, huevos, lácteos, legumbres, cereales y frutos secos, forman el conjunto básico de alimentos que toda persona debe tomar para conservar una buena salud.
Dependiendo del tipo de piel que tengas deberás tomar más unos alimentos que otros. Todas las personas que tengan sensibilidad y sequedad cutánea la hidratación es lo primer paso a tener en cuenta.
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